Llamamiento unitario a celebrar el 1º de Mayo
Langreo, abril de 1936
LA COMISIÓN ORGANIZADORA DEL 1º DE MAYO
A todos los trabajadores de Langreo:
Después de una parcial interrupción en el año 1935, volverán las fuerzas proletarias de España a solemnizar con toda vitalidad el día 1º de Mayo para demostrar a la inepta y sanguinaria burguesía Española, que al proletariado no se le abate, no se le puede aniquilar, si éste sabe cumplir con la misión histórica que la sociedad le tiene asignada. No han podido, no podrán jamás hacerlo, ni el capitalismo aliado a la iglesia, ni la burguesía feudal de nuestro país. No es tarea fácil ahogar, extirpar los gérmenes de un sentido revolucionario infiltrado en las clases productoras que han bebido en las fuentes de la clandestinidad y del terror, cuya culminación en la bárbara represión del glorioso movimiento de Octubre, ha servido para poner en evidencia que el Estado Capitalista sólo tiene como métodos e inyecciones para su sostén una fuerza represiva e inhumana. Gentes impropias para vivir en el mundo civilizado; sicarios con virulencias inquisitoriales, propulsores del fatídico fascismo, cuya encarnación y gestación ha estado ensombreciendo España, alentado por ladrones, estafadores y asesinos que en bochornoso maridaje han dejado una estela de dolor que el proletariado nunca podrá olvidar.
Han sido muchas nuestras víctimas; unos caídos para siempre, otros inválidos para el trabajo cotidiano; mujeres y niños de compañeros que se han quedado sin el ser querido y sin lo preciso para vivir.
Al recordar esto aquí, no es sólo el memorándum a una etapa pasada. Va en estas líneas la promesa solemne e inquebrantable de trabajar sin descanso para conseguir la reparación inmediata a tanta justicia y que lo pactado en este sentido con el hoy gobierno Republicano sea muy pronto una tangible realidad.
Es preciso, para dar la batalla definitiva al régimen capitalista, agruparse en los Sindicatos obreros; hacer de éstos un baluarte inexpugnable, sólidos, sin brechas ni rompimientos y no sólo para hacer frente a los estertores del régimen agonizante, sino también para que en un futuro próximo sean la acción inmediata y los resortes en que esté basado en su día el gobierno del pueblo y para el pueblo.
Mientras esto se consigue, hay que agruparse de tal modo, que la idea de sindicación y actuación en los partidos obreros se propague de una manera fulminante; es preciso que la acción proletaria vaya más de prisa que la acción capitalista. En este sentido los Sindicatos y Partidos de clase serán el avance de nuestras aspiraciones de momento y el freno para impedir en España la filtración del fascismo.
En el panorama internacional la tormenta está propensa a que se desencadene y promovida por las naciones de caracterizado abolengo imperialista. El fascismo, punto final y último absurdo recurso para intentar salvar la economía capitalista, se apresta para conmover al mundo con una nueva catástrofe guerrera. Ante este hecho, las clases trabajadoras tendrán que aprestarse a la defensa y guiadas por la única antorcha de la Paz que ilumina al Universo, garfeada por simbólica entereza por Rusia, máxime teniendo en cuenta que la ambición, el empeño más tenaz de los países capitalistas es derrumbar confabulados, la patria de los trabajadores, que ante la faz del mundo está demostrando que sólo en un régimen proletario puede haber igualdad y justicia social.
La clase trabajadora, para estar segura de sí misma, tiene que armarse de coraje y apresurar la hora revolucionaria. Que nadie abandone su puesto en la lucha. Pero para tener seguridad es imprescindible estar unificados y llevar a través de los acontecimientos la luz de la conciencia proletaria. El acto más eficaz, el acto más revolucionario del momento presente, es la UNIFICACIÓN DEL PROLETARIADO, sin distinción de matices; sin distinciones y sin querellas de acción o táctica. Ayudémonos mutuamente a realizar esta unidad. Opongamos la fraternidad proletaria a los intentos epilépticos de un régimen que en su larga vida sólo ha sembrado hambre; sangre y miserias humanas.
Compañeras de Langreo, trabajadores todos: Haced acto de presencia en todos los actos que el 1º de Mayo llevarán a efecto las organizaciones obreras de Langreo. Si esto hacéis, cumpliréis con el deber que os impone vuestra condición de clase explotada.
¡VIVA EL 1º DE MAYO! ¡VIVA LA UNIFICACIÓN DEL PROLETARIADO! ¡ABAJO LA GUERRA! ¡MUERA EL FASCISMO! ¡VIVA LA REVOLUCIÓN SOCIAL!
Agrupaciones Socialistas, Partido Comunista, Partido Sindicalista, Federación de Sociedades Obreras (U.G.T.), Unificación Marxista, Socorro Rojo (Comité Local), Juventudes Socialistas, Juventudes Comunistas.
NOTA: Oportunamente se dará publicidad, hora de manifestación, mitin y oradores que intervendrán en éste y todo lo relacionado al buen orden de los actos que se celebren.
FUENTE: Archivo Histórico Nacional, Sección Guerra Civil (Salamanca).
A todos los trabajadores de Langreo:
Después de una parcial interrupción en el año 1935, volverán las fuerzas proletarias de España a solemnizar con toda vitalidad el día 1º de Mayo para demostrar a la inepta y sanguinaria burguesía Española, que al proletariado no se le abate, no se le puede aniquilar, si éste sabe cumplir con la misión histórica que la sociedad le tiene asignada. No han podido, no podrán jamás hacerlo, ni el capitalismo aliado a la iglesia, ni la burguesía feudal de nuestro país. No es tarea fácil ahogar, extirpar los gérmenes de un sentido revolucionario infiltrado en las clases productoras que han bebido en las fuentes de la clandestinidad y del terror, cuya culminación en la bárbara represión del glorioso movimiento de Octubre, ha servido para poner en evidencia que el Estado Capitalista sólo tiene como métodos e inyecciones para su sostén una fuerza represiva e inhumana. Gentes impropias para vivir en el mundo civilizado; sicarios con virulencias inquisitoriales, propulsores del fatídico fascismo, cuya encarnación y gestación ha estado ensombreciendo España, alentado por ladrones, estafadores y asesinos que en bochornoso maridaje han dejado una estela de dolor que el proletariado nunca podrá olvidar.
Han sido muchas nuestras víctimas; unos caídos para siempre, otros inválidos para el trabajo cotidiano; mujeres y niños de compañeros que se han quedado sin el ser querido y sin lo preciso para vivir.
Al recordar esto aquí, no es sólo el memorándum a una etapa pasada. Va en estas líneas la promesa solemne e inquebrantable de trabajar sin descanso para conseguir la reparación inmediata a tanta justicia y que lo pactado en este sentido con el hoy gobierno Republicano sea muy pronto una tangible realidad.
Es preciso, para dar la batalla definitiva al régimen capitalista, agruparse en los Sindicatos obreros; hacer de éstos un baluarte inexpugnable, sólidos, sin brechas ni rompimientos y no sólo para hacer frente a los estertores del régimen agonizante, sino también para que en un futuro próximo sean la acción inmediata y los resortes en que esté basado en su día el gobierno del pueblo y para el pueblo.
Mientras esto se consigue, hay que agruparse de tal modo, que la idea de sindicación y actuación en los partidos obreros se propague de una manera fulminante; es preciso que la acción proletaria vaya más de prisa que la acción capitalista. En este sentido los Sindicatos y Partidos de clase serán el avance de nuestras aspiraciones de momento y el freno para impedir en España la filtración del fascismo.
En el panorama internacional la tormenta está propensa a que se desencadene y promovida por las naciones de caracterizado abolengo imperialista. El fascismo, punto final y último absurdo recurso para intentar salvar la economía capitalista, se apresta para conmover al mundo con una nueva catástrofe guerrera. Ante este hecho, las clases trabajadoras tendrán que aprestarse a la defensa y guiadas por la única antorcha de la Paz que ilumina al Universo, garfeada por simbólica entereza por Rusia, máxime teniendo en cuenta que la ambición, el empeño más tenaz de los países capitalistas es derrumbar confabulados, la patria de los trabajadores, que ante la faz del mundo está demostrando que sólo en un régimen proletario puede haber igualdad y justicia social.
La clase trabajadora, para estar segura de sí misma, tiene que armarse de coraje y apresurar la hora revolucionaria. Que nadie abandone su puesto en la lucha. Pero para tener seguridad es imprescindible estar unificados y llevar a través de los acontecimientos la luz de la conciencia proletaria. El acto más eficaz, el acto más revolucionario del momento presente, es la UNIFICACIÓN DEL PROLETARIADO, sin distinción de matices; sin distinciones y sin querellas de acción o táctica. Ayudémonos mutuamente a realizar esta unidad. Opongamos la fraternidad proletaria a los intentos epilépticos de un régimen que en su larga vida sólo ha sembrado hambre; sangre y miserias humanas.
Compañeras de Langreo, trabajadores todos: Haced acto de presencia en todos los actos que el 1º de Mayo llevarán a efecto las organizaciones obreras de Langreo. Si esto hacéis, cumpliréis con el deber que os impone vuestra condición de clase explotada.
¡VIVA EL 1º DE MAYO! ¡VIVA LA UNIFICACIÓN DEL PROLETARIADO! ¡ABAJO LA GUERRA! ¡MUERA EL FASCISMO! ¡VIVA LA REVOLUCIÓN SOCIAL!
Agrupaciones Socialistas, Partido Comunista, Partido Sindicalista, Federación de Sociedades Obreras (U.G.T.), Unificación Marxista, Socorro Rojo (Comité Local), Juventudes Socialistas, Juventudes Comunistas.
NOTA: Oportunamente se dará publicidad, hora de manifestación, mitin y oradores que intervendrán en éste y todo lo relacionado al buen orden de los actos que se celebren.
FUENTE: Archivo Histórico Nacional, Sección Guerra Civil (Salamanca).
Publicado en: Los comunistas en Asturias (1920-1982), VVAA (Coordinador: Francisco Erice). Editorial Trea, Xixón, 1996.
Digitalización: El cielu por asaltu.
Etiquetas: II República
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