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martes, junio 20, 2006

Unificación de las Juventudes Socialistas y Comunistas

A diferencia de lo ocurrido en el resto del país, la unificación de las Juventudes Socialistas y de las Juventudes Comunistas no se logró en Asturias hasta el mes de octubre de 1936. La resistencia de un sector de jóvenes socialistas asturianos a la unidad (caso, por ejemplo, de Juan Pablo García, único que se opuso en la Comisión Ejecutiva Nacional a la fusión) y, vencida ésta, el estallido de la guerra civil que impidió la celebración de la conferencia de fusión prevista para finales de julio y originó la desaparición de varios miembros de la Comisión Provincial de Unificación (José María Castro, Bonifacio Fernández, Juan Alonso Cima y Alipio Morilla) retrasó el acuerdo y la constitución de la Federación Provincial de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) casi seis meses. En la nueva Comisión de Unificación quedaban como representantes de las dos organizaciones Rafael Fernández por las Juventudes Socialistas y Federico Patán, por las comunistas.

El pleno de unificación se celebró el 15 de octubre en el Teatro Robledo de Gijón (1). Previamente se había constituido a nivel local y comarcal y en los frentes, las distintas secciones de las JSU, bien por la fusión de las organizaciones socialistas y comunistas existentes, bien por la transformación de cualquiera de ellas en Juventud Socialista Unificada. Unas circulares elaboradas por la Comisión de Unificación sirvieron de punto de partida para las discusiones en las distintas secciones y de guía para los casi 300 delegados designados para el Pleno. Éste, que comenzó a las diez y media de la mañana, tenía el siguiente orden del día:

1º Apertura e informe de la Comisión Provincial de Unificación
2º Carácter y línea política de la nueva organización unificada y tareas
3º Elección de la Comisión Ejecutiva

Un mitin final, en el que intervinieron también representantes del Partido Socialista y del Partido Comunista selló el proceso unitario. La Comisión Ejecutiva de la nueva organización unificada quedó constituida así:

-Secretario General: Rafael Fernández
-Secretario Primero de Organización: Francisco Fernández (Pancho)
-Secretario Segundo de Organización: Lucio Losa
-Secretario Primero de Milicias: Andrés Ibargüen
-Secretario Segundo de Milicias: Emilio Bayón
-Secretario de Propaganda Oral: Luis Roca de Albornoz
-Secretario de Propaganda Escrita y Director del Periódico: Federico Patán
-Secretario Femenino: Purificación Tomás
-Secretario de Administración: Ángel León Camblor
-Secretario Sindical: Valentín Calleja
-Secretario de Deporte: Luis Coca
-Secretario Infantil: Marino Granda (2)

De los doce miembros, tres proceden del campo comunista (Pancho, Patán y León) y los restantes de las antiguas Juventudes Socialistas, mostrando la proporción el desequilibrio real que había en implantación entre una y otra organización.

Por eso no se comprende bien la oposición a la unificación de determinados líderes, sólo explicable desde posiciones políticas personales de rechazo a cualquier pacto con los comunistas, actitud que luego a lo largo de la guerra no iba a plantear ningún tipo de problema aunque tuviese alguna manifestación concreta (Valentín Calleja se inhibió por completo de sus obligaciones en la Ejecutiva Provincial por ese desacuerdo y fue sustituido avanzado ya el año 1937). La confluencia de criterios fue total sin que en ningún momento (a excepción, quizá, de los últimos días del Frente Norte) se trasladasen al campo de la juventud las discrepancias existentes entre socialistas y comunistas, adoptando la nueva organización una línea política claramente de izquierda más próxima a la del Partido Comunista que a la de los socialistas.

En Asturias, no obstante, el fenómeno tan corriente en otros puntos del país de absorción o integración paulatina de las Juventudes Socialistas Unificadas en el Partido Comunista no es tan apreciable y, por lo menos a nivel de cuadros dirigentes muy limitado. De los miembros de la Ejecutiva Provincial sólo Emilio Bayón y Lucio Losa se pasaron ya finalizada la guerra al Partido Comunista, permaneciendo los restantes en el PSOE. Para Rafael Fernández (3) la explicación está, aparte de en la mayor consistencia del movimiento juvenil socialista, en la batalla planteada a los comunistas en el seno de las JSU, batalla que no se dio en otras zonas del Estado. Lo que sí parece cierto, y en ello hay que coincidir con Rafael, es en el mayor peso de los líderes juveniles socialistas asturianos, curtidos muchos de ellos por la lucha revolucionaria de 1934 y con una formación y consistencia política e ideológica considerable que les llevó a ocupar simultáneamente cargos de dirección en el Partido Socialista (el propio Rafael Fernández fue Secretario Provincial del PSOE durante toda la guerra).

De los acuerdos tomados en el Pleno de Unificación tenemos referencia directa por el periódico de la organización, Vanguardia, que los incluye en su primer número (4).

TAREAS ACORDADAS EN EL PLENO

1º a) Normalizar la vida de las secciones. Dirección por Secretariados, reuniones, etc.
b) Extender la creación de Comités de Consejo que coordinen las actividades de la juventud y controlen las funciones de los gestores.
2º a) Acelerar la formación de unidades militares para los frentes, instruirlas en el manejo del fusil, los explosivos y las más elementales reglas de la instrucción militar.
b) Organizar de acuerdo con la Delegación de Guerra cursos de preparación militar en las casas de la Juventud.
c) Hacer un estudio para la formación de una escuela para mandos militares, de acuerdo con el Departamento de guerra.
3º a) Organizar y movilizar a la juventud de ambos sexos en la retaguardia para la ayuda constante a los frentes (talleres de costura, colectivos de calzado, colecta de víveres, ropa, etc.)
b) Impulsar la transformación de las fábricas para la producción de útiles de guerra, y organizar el trabajo de choque en todas las industrias.
c) Hacer una propaganda especial en los sectores campesinos, que les dé confianza en el triunfo, y velar por el logro y superación de la cosecha, ser los más fieles cumplidores de las disposiciones de la Delegación de Agricultura.
4º Iniciar la labor de militarización de toda la juventud tanto en el frente como en la retaguardia, inculcándoles por medio de la persuasión y el ejemplo esta necesidad, haciéndoles ver que en esta lucha se juega el porvenir de la juventud y por lo tanto no hay que reparar en sacrificios.
5º Organizar equipos de agitadores propagandistas que mantengan latente el espíritu del frente y la retaguardia y que realicen un trabajo especial entre las mujeres.
6º Cuidar de la educación y vida de los niños, particularmente de los hijos de los milicianos, trabajar de acuerdo con la A.T.E.A. para impulsar la creación de Orfelinatos.
7º Hacer la estancia agradable a los milicianos que vienen del frente (Organizando actos en su honor, etc.).
8º Realizar una gran labor de contraespionaje en la retaguardia, facilitar la labor de los agentes en la retaguardia, para que detengan a los agazapados, lanzadores de bulos y espías.
9º Hacer todo lo posible para establecer la unidad de acción con los jóvenes libertarios y demás juventudes antifascistas.

¡¡NI UN SOLO JOVEN INACTIVO, CADA UNO A SU PUESTO!!
¡¡EL QUE NO TRABAJE QUE NO COMA!!

Juan Carlos García Miranda

NOTAS
(1) El Noroeste de 16-10-1936 informa del desarrollo de la conferencia de fusión.
(2) Ver Vanguardia, de 19-11-1936, Pág. 2.
(3) Entrevistas con Rafael Fernández el 31-12-1974. Gijón.
(4) Vanguardia de 19-11-1936. Pág. 3.




Publicado en: Historia general de Asturias, tomo IX: La Guerra Civil (1ª parte); VVAA. Editor Silverio Cañada. Gijón, 1978.
Digitalización: El cielu por asaltu.

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