El cielu por asaltu

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miércoles, agosto 08, 2007

Pacto de unidad del Partido Socialista y el Partido Comunista en Asturias


PACTO PRESENTADO POR LA COMISIÓN DE UNIDAD Y APROBADO POR la Comisión Ejecutiva del Partido Socialista y el Comité Provincial del Partido Comunista. (1937)


Juntos vivimos la experiencia revolucionaria de estos últimos años. Unidos empuñamos las armas en octubre. Juntos sufrimos los trallazos sangrientos de la represión, como hermanos de clase nos levantamos para aplastar la sublevación criminal provocada por lo más podrido de la reacción española.

La experiencia revolucionaria, hechos como los de esta guerra civil, han demostrado a la clase obrera en alianza con los campesinos, la vía para la solución de los problemas propios de la Revolución democrática, transición a la revolución proletaria; han señalado de una manera práctica los medios para la liquidación rápida de esta guerra que desangra a la España democrática.

Siendo uno de los problemas vitales para el F.P. la unidad política del proletariado, y habiéndonos aproximado grandemente las heroicas luchas sostenidas y que se sostienen contra el fascismo; y siendo indispensable la unidad de los Partidos para emprender victoriosamente la reconstrucción económica dando un impulso a la Revolución democrática, los Partidos Socialista y Comunista estiman que ha llegado el momento histórico, que sienta época, de ir decididamente a la creación del Partido Único del Proletariado, para lo cual se ha creado la Comisión Provincial de Unidad, proceso cuya culminación ha de ser la fusión de ambos Partidos.

La unidad no puede considerarse por tanto como una maniobra, sino como una necesidad imperativa, sin lo cual los intereses que el proletariado y las masas populares se juegan en esta guerra, no pueden ser definidos eficazmente.

La lucha por la unidad los Partidos Socialista y Comunista, entraña una intensificación obligada del trabajo por la unidad sindical y por un mayor acercamiento y ligazón con la F.A.I. como organización específica.

Ejemplo vivo el de las Juventudes Socialistas Unificadas, que en estos momentos y con acierto que saludamos entusiásticamente, están en negociaciones con las Juventudes Libertarias.

Ahora bien, los Partidos Socialista y Comunista no son simplemente amantes románticos de la unidad, y convienen, que ésta debe desarrollarse a través de la lucha por la aplicación de una línea política común que implique realizaciones inmediatas.

Esta política es la del F.P., que evitó el triunfo de la reacción en Febrero y dio todas las posibilidades a las organizaciones obreras para reconstruirse y hacer frente a la sublevación militar dirigida por los grandes de España. Frente Popular, política del Frente Popular que es la única y verdaderamente revolucionaria del momento. Realistas a ultranza, conocemos las dificultades que se deben sortear con gran tacto político y no con frases más o menos revolucionarias que se estrellan fatalmente con la realidad, con la vida misma.

La guerra civil se ha convertido con la intervención descarada de los países fascistas, en una guerra nacional, en que luchamos no sólo por aniquilar a la reacción española, sino por la defensa de la independencia, de la integridad del territorio nacional. En esta guerra se ventilan no solamente los intereses de la República Española, sino los de las democracias del mundo entero.

De ahí el que nacionalmente sea el proletariado, con el campesino y la pequeña burguesía antifascista, los que en el bloque de acero del F.P. luchen contra la reacción española. Política que trasciende a la parte de España en que domina la reacción, y que mantiene activa o pasivamente la lucha de todo el pueblo antifascista.

De ahí que internacionalmente la U.R.S.S. se pronuncie por la solidaridad internacional del proletariado y por el F.P. de las democracias de todo el mundo.

Para que no se quebrante la unidad sagrada de todo el pueblo, para que se desarrolle revolucionariamente el F.P., los Partidos Comunista y Socialista, se comprometen a luchar por la que se establece en los siguientes puntos:

1º Asegurar la unidad de voluntad y de acción de todo el pueblo, mediante la afirmación práctica de la autoridad del Consejo de Asturias y F.P. cuyas disposiciones deben ser acatadas por organismos, personas y cosas.

2º Imponer el orden republicano, orden revolucionario, obligando a cumplir las leyes del Gobierno del F.P. y las disposiciones del Comité Provincial del mismo, que encierran las conquistas revolucionarias de los obreros y campesinos y masas antifascistas.

3º Asegurar en la vanguardia la autoridad del F.P., que debe traducirse por el acatamiento decidido y entusiasta de las órdenes del E.M. y por un reforzamiento intensamente progresivo de la disciplina.

4º Acelerar la marcha hasta la perfección del Ejército por medio del servicio obligatorio.

5º Sanciones enérgicas a los que de una u otra forma, abierta o solapadamente perjudican la unidad o rebajan la disciplina en el Ejército. Aplicación en todo caso del Código de Justicia Militar.

6º La disciplina del nuevo ejército se apoya fundamentalmente en la conciencia de clase del miliciano, en su voluntad y entusiasmo, dependientes siempre de su formación política. Por ello reconocemos la necesidad imperiosa de educar políticamente a todos y a cada uno de los componentes del Frente Popular.

7º El mando único en la vanguardia sólo es posible si hay mando único en la retaguardia.
Lucharemos incansablemente por acrecentar la producción, mejorando su calidad y precio.
Sentar el principio: las fábricas nacionales son del Estado. Para ello es de todo punto indispensable acabar con la política cantonalista de apoderarse de una fábrica, producir por sí y ante sí, elevar salarios y reducir jornadas, lo cual trae como consecuencia el exceso de producción de un producto en unos casos, el defecto en otros, y el encarecimiento en todos.
Es necesario el sacrificio compartido con todos, trabajando a pleno rendimiento, condenando todas aquellas peticiones de mejoras que en estos momentos resulten perjudiciales a la lucha que sostenemos.
Debe crearse rápidamente el Consejo Ordenador de la Economía que centralice y coordine la producción, teniendo todas las fábricas nacionalizadas del F.P. un Director responsable ante el mismo, que haga cumplir sus acuerdos y que responda de la producción de la fábrica con arreglo al plan general que trace el Consejo Ordenador.
La gran conquista de la clase obrera, el control obrero, se ejercerá en toda su extensión, en la dirección administrativa y todo el proceso de producción de la fábrica, cuidando siempre de no entorpecer, sino de ayudar a la dirección técnica.
El Consejo Ordenador ha de estudiar con la Cuarta Sección del Estado Mayor y sin dilaciones de ninguna clase, la transformación de las industrias de guerra.

8º Aplicación de la política agraria del F.P. contenida fundamentalmente en la disposición de la Consejería de Agricultura.

9º Protección al pequeño comerciante e industrial mediante la concesión de créditos, etc.

10º Franca política de confianza y leal colaboración a todos los técnicos al servicio del F.P.

11º Limpieza en la retaguardia, activar, poner en práctica la justicia popular, sancionando con firmeza a los provocadores y toda clase de enemigos del régimen, que se han infiltrado en todas partes. Respeto al que siendo ayer instrumento inconsciente de la derechas, trabaja hoy lealmente por la República.

12º Denunciaremos implacablemente al consciente enemigo de clase que valiéndose de cualquier medio, penetre en las organizaciones obreras.

13º Reconocemos la necesidad de un aparato burocrático. Pero condenamos la red de pequeños Comités que entorpecen extraordinariamente la marcha regular de los auténticos órganos rectores, se crean derechos y se toman atribuciones francamente intolerables.

14º Popularizaremos la ayuda prestada por la U.R.S.S. y su gloriosa experiencia que ha de ser nuestro Norte, y combatiremos con las armas en la mano contra los que se atrevieran a atacarla, como lo hacemos hoy contra nuestros verdugos del interior y del exterior.

15º Llevaremos una lucha implacable contra el trosquismo en sus diferentes manifestaciones, que rompió el F.P. antes de la sublevación, que entorpeció la unidad de la Juventud y que entorpecía calladamente y jesuíticamente la unidad de los Partidos hermanos como lo ha hecho en Cataluña.
Trotsky, enemigo de la U.R.S.S., es nuestro enemigo. Al que no permiten entrar en Méjico que nos ayuda y al que no podemos permitir que vierta su ponzoña escisionista entre nosotros.

16º Armados de una voluntad férrea y de un deseo ferviente y sincero por la consecución de la unidad, lucharemos incansablemente contra todos los que desde fuera o desde dentro de nuestras organizaciones prentendan debilitar la unidad sagrada de la clase obrera.

17º Para difundir la línea política trazada a través de los puntos anteriores, los dos Partidos organizarán una intensa campaña de Mítines, conferencias y toda clase de propaganda oral y escrita.

19º (sic) Y para mejor popularización publicarán un periódico común de la Comisión Provincial de Unidad.

20º Cada Partido conservará su independencia política y orgánica en tanto que no se llegue a la fusión. Por tanto la libertad de crítica se conservará también, combatiendo empero todo lo que no sea crítica sana y constructiva que refuerce la política de unidad.

21º Es indispensable que el programa que procede, no podrá ser aplicado sin medidas de organización. Para ello y para borrar las diferencias que aún restan, para llegar a una compenetración total, la política de unidad se desarrollará a través de comisiones de unidad en la siguiente forma:
a) Comisión Provincial de Unidad que dirigirá en común la política de las fracciones marxistas en el F.P. y demás organismos de carácter provincial, dando normas generales a las diferentes organizaciones socialistas y comunistas de la provincia.
b) Comisión Comarcal de Unidad, que dirigirá la política en común de las fracciones marxistas de la comarca.
c) Comisiones Locales de Unidad que dirigirán la política de las fracciones marxistas de Ayuntamientos y otros.
d) Comisiones de Unidad de Fábrica o Mina, que aplicarán la política de unidad dentro de su radio de acción.
e) Comisiones de Unidad de Frente de Batallón, de Compañía y demás organismos del Batallón. Comisiones en las diferentes Armas para resolver armónicamente todas las discrepancias que pueden surgir entre socialistas y comunistas, y para robustecer la autoridad del Estado Mayor y del F.P. reforzando la disciplina.
f) En cada lugar en que se encuentren socialistas y comunistas deben constituir comisiones de unidad.
g) Las Comisiones de Unidad nombrarán de su seno un Presidente y un Secretario de Propaganda, en cuanto a la retaguardia se refiere.
h) En los frentes dirigirán la política de Unidad en cada Batallón los dos responsables (uno de cada Partido) y asimismo en las unidades inferiores de Batallón.
Los Plenos de Sección se harán con los responsables de las Escuadras, los de Compañía con los de sección y los de Batallón con los de Compañía.
Se tomarán las mismas normas para unidades de ametralladoras, Artillería, etc., teniendo en cuenta las condiciones concretas y especiales.


A todas las organizaciones de los Partidos Socialista y Comunista de Asturias.
Esperamos que animados de la misma fé y entusiasmo emprendáis inmediatamente el trabajo conjunto creando conjuntamente las Comisiones de Unidad. A medida que las vayáis creando daréis cuenta al Comité Provincial de Unidad, así como de los éxitos en común, que desearemos como ejemplo y emulación para los demás.

Vuestros y de la causa obrera.


Nota: El texto del Pacto que aquí se transcribe no es el que finalmente fue aprobado; hubo retoques de escasa importancia y sin duda el cambio más significativo es el referido al punto 15 cuya redacción definitiva fue la siguiente: «Llevaremos una lucha implacable contra todas las corrientes que quieran infiltrarse en el movimiento obrero para entorpecer la marcha de la unidad sembrando el confusionismo por medio de frases extremistas falsamente revolucionarias; queriendo apartar en estos momentos de la influencia del proletariado a los campesinos y a la pequeña burguesía; y pretendiendo desacreditar a la U.R.S.S., el gran país de la solidaridad.»
Firman el texto definitivo Dutor, Llaneza y Mulero por la Federación Socialista Asturiana y Ángel Álvarez, Ambou y Llanos por el Comité Provincial de Asturias del Partido Comunista de España (S.E. de la I.C.).




FUENTE: Archivo Histórico Nacional, Sección Guerra Civil (Salamanca), Político-Social, Gijón, Sig. K/264-1.


Publicado en: Los comunistas en Asturias (1920-1982), VVAA (Coordinador: Francisco Erice). Editorial Trea, Xixón, 1996.
Digitalización: El cielu por asaltu.

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1 Comments:

Blogger Agrupación local de IZQUIERDA UNIDA said...

Hola:
no he podido ver tu email, asi que te paso esto via comentario.
en conmemoración del 70 Aniversario de la batalla del Mazucu estamos
> organizando una serie de actos. Una de las actividades será una exposición
> de materiales relacionados con la guerra civil, es decir: armas, utensilios
> varios, carnets, fotos, etc. Es decir cualquier cosa que nos situe en la
> época.
> En este sentido estamos haciendo un llamamiento a todos los conocidos por si
> pueden aportar cosas para septiembre y posteriormente devolverlas a sus
> propietarios.
> Si puedes aportarnos algo o decirnos quien pudiera hacerlo te estaría muy
> agradecido.
> Salud y república
> Juan
mi email: juauhp@gmail.com

12:01 p. m.  

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