El cielu por asaltu

Recuperar la dignidá, recuperar la llucha. Documentos pa la hestoria del movimientu obreru y la clase obrera n'Asturies.

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miércoles, octubre 24, 2007

¿Forma parte la guerrilla antifranquista del movimiento obrero?

Contextos básicos de la resistencia armada:


1. Fase de huidos (1937-1942): Con la caída de Asturias en octubre de 1937, un intento de evacuación masiva se frustra, dejando paso al “sálvese quien pueda”. Miles de hombres del bando republicano permanecen armados cuando los fascistas toman Gijón. Unos, decidirán irse a casa confiando en las promesas franquistas de respetar las vidas de los que no tienen delitos de sangre; otros, deciden echarse al monte.

Asturias va a ser la única región de España donde los huidos van a suponer un problema para las fuerzas de Franco, que emplazarán en el territorio asturiano importantes dotaciones militares para hacer frente a los miles de huidos armados.

En estos primeros momentos, para los huidos se trata de sobrevivir y de conseguir una evacuación. Una opción es llegar a Francia andando, otra salir por mar (dos intentos serán frustrados por esta vía), otra llegar hacia Portugal (causa de la posterior creación de la Federación Galaico-Leonesa), etc. Tienen lugar los primeros contactos políticos a partir de tres comunistas: Bayón en el 41, Urquiola “Chema” en el 42 y García Buendía “el Madriles”. Según estos hombres, había que organizar a todos los huidos (ya entonces, centenares) como el brazo armado de la Unión Nacional Española.

2. Fase de Unión Nacional: Este proyecto, impulsado por el PCE tiene el objetivo de, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, aislar a Franco incluso de quienes le apoyan, provocando la inmediata relación de Franco y el núcleo de Falange hacia Hitler y Mussolini. Salvo adhesiones esporádicas, la UNE sólo será sostenida por el PCE.

Simultáneamente, ya se estaban organizando los huidos. El 15 de agosto de 1943 se crea en Soto de Ribera el Comité de Milicias Antifascistas, integrado por Baldomero Fernández Ladreda “Ferla” (un comunista peculiar), Manuel Fernández Peón “Comandante Flórez” (socialista) y Aristides Llaneza “Zola” (socialista, hijo de Manuel Llaneza).

Va a desencadenarse una fortísima rivalidad entre la UNE y el CMA, fruto de una relación tensa entre socialistas y comunistas. En cuanto los socialistas entren en contacto con el Exilio, ya no querrán saber nada de la UNE.

En cuanto a “Ferla”, nunca fue un cuadro político. Consideraba que había que reconstruir militarmente el Ejército Popular, prepararlo hasta que intervinieran los aliados. En cambio, la UNE pretendía promover todo tipo de acciones para acabar con el régimen.

En 1944, en una espectacular redada, son sumariados 4000 militantes de la UNE. 800 son procesados y 13 ejecutados, entre ellos García Buendía.

3. De la UNE al Comité Nacional de Casto García Roza: En 1945 se reorganiza el Partido Comunista. “Ferla” lo militariza, prescindiendo de Radios y Células y agrupando a los militantes por edades. El Exilio pasa a controlar la organización, enviando cuadros políticos y comandos armados, y va a tener que enfrentarse al problema de los “ismos”: el quiñonismo (Bayón) y el monzonismo, quebraderos de cabeza para la dirección del Partido en el exilio. A Asturias envían un Comité Regional encabezado por Casto García Roza. Lo respaldan con expediciones armadas: el grupo “Asturias” de Agustín del Campo y la “Brigada Pasionaria”, formada por unos 40 hombres de los que tras múltiples desgracias se salvan 4.

García Roza intenta captar a la organización existente pero Ladreda se enfrenta a él, llegando a sacar las armas. No obstante, Ladreda irá quedándose sólo y, en consecuencia, el Interior se somete al Exilio.

El Comité Regional se disuelve en junio de 1946, paralelamente a otra brutal redada que desmantela el Partido Comunista en Asturias. García Roza es apaleado en Gijón sin que se consigue arrancarle una sola palabra.

4. De 1946 a 1952: Los guerrilleros en los montes de Asturias ya se cuentan por decenas. No va a existir ya más una organización estable del PCE en este período.

El 27 de enero de 1948, tras una infiltración, 16 guerrilleros son liquidados, entre ellos algunos de los más veteranos, quedando tocado y hundido el movimiento.

Tras esta fecha, se manda a Asturias a Luis Montero Álvarez “Sabugo” (años 48-50). Tipo extraordinario, del barrio ovetense de La Argañosa, criado a la sombra de Ambou, había sido enviado a Mathausen, participando en la liberación del campo. En la guerrilla, se encuentra en una situación insoportable: de familia de derechas, probablemente se entregó, dando una información parcial sobre los Caxigales y el cura de Blimea (principal sostén); exigió que les cayeran pocos años. No pasó por la cárcel. Según Líster (en su libro ¡Basta!), el Partido lo llamó a la frontera y lo liquidó. Documentos del PC parecen avalarlo.

La guerrilla seguirá dando algún coletazo en la montaña asturiana.


Acciones de la guerrilla:

En primer lugar, sobre todo lo que tiene importancia sobre las minas. Desde el año 44 (asalto a una mina en Laviana) hasta el 18 de julio del 46, hay documentadas numerosas acciones socio-laborales y políticas de sabotajes, orientadas a romper los nudos básicos de comunicaciones del régimen y provocar daños cuantiosos a la producción hullera.

En la fase posterior, la desaparición del PCE implicó que la referencia política se diluyera y, después del 47, se emprenden atracos, robos, atentados personales… en muchas ocasiones dirigidos contra aquellos que participan directamente en la represión, contra personas de clara adhesión al régimen. El PCE ponía todo el énfasis en desligarse de la imagen oficial que tildaba a los guerrilleros de “bandoleros”.

También es necesario hablar de la ortodoxia obrera, definida por el “intelectual orgánico” del Partido Comunista, cuya relación con los huidos fue tensa en todo momento. Oficialmente, los miles de huidos eran la vanguardia del pueblo. Internamente, suponían un conflicto: primero, porque estaban lejos, había que controlarlos desde el exilio, y además estaban dispersos; en ocasiones, era difícil contactar con ellos (había que atreverse); también influía el hecho de que muchos guerrilleros eran jóvenes, no eran cuadros políticos de los años 30. Se trataban estos hombres de gente decidida y no muy influyente, que decidían por sí mismos ya que no podían esperar por el PCE. Se sentían muy legitimados para hacerlo, y hombres como Ladreda eran muy soberbios: “el PC somos nosotros”.

Otro problema lo constituía el “carpe diem”. Dado que en los montes se encontraban grupos de personas jóvenes, que eran plenamente conscientes de que en cualquier momento iban a morir, ¿quién les iba a quitar ciertos placeres? Esto será un motivo de fricción permanente. En cuanto al aliño indumentario, el PC insistía en que los guerrilleros no anduviesen mal vestidos ni sucios, pero sin pasarse, ya que no se toleraba el “dandismo”: por ejemplo, a “los Castiello” se les criticaba que fueran con camisas de seda, a “Boger” se le criticó que fuera demasiado bien vestido y también que llevara consigo 15.000 pesetas, porque alimentaba la versión bandolera del régimen. En cuanto al destino del dinero, hubo quien dedicó parte al Partido y quien no. En el tema del sexo, el Partido Comunista no quería mujeres en la guerrilla, creía que constituía un foco de problemas, pero volvemos a insistir en que la gente joven tenía que tener sus desahogos. Para el régimen, controlar a las mujeres sirvió en ocasiones para controlar a la guerrilla (encuentros con los maridos en el monte, etc.); en muchos casos, las redadas policiales tuvieron lugar en prostíbulos. Estaba también el tema de las enfermedades venéreas. Por último, existió un silencio absoluto (ni una referencia) sobre la homosexualidad.


Conclusión, ¿forma parte la guerrilla antifranquista del movimiento obrero?:

Evidentemente, el origen del conflicto es político, y los actores son carne del movimiento obrero asturiano, con más razón los que volvían de fuera. Pero, cercados entre la vida y la muerte, perdieron las referencias políticas a partir de mediados de los 40.


[Apuntes sobre la conferencia de Ramón García Piñeiro en el curso La hestoria del movimientu obreru n'Asturies: nueves temátiques, nueves miraes. Avilés, 10 de noviembre del 2006]

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