El cielu por asaltu

Recuperar la dignidá, recuperar la llucha. Documentos pa la hestoria del movimientu obreru y la clase obrera n'Asturies.

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miércoles, julio 29, 2009

Entrevista a Juan Manuel Martínez Morala

Juan Manuel Martínez Morala, veterano dirigente sindical de 51 años, y uno de los principales agitadores durante las reincidentes protestas del sector naval, fue elegido el domingo secretario general de la CSI. Su candidatura logró el respaldo de unos 90 de los aproximadamente 200 delegados del sindicato. Morala plantea la denuncia, movilización y resistencia desde las barricadas frente al desmantelamiento industrial a que se enfrenta Asturias y dice que la CSI lo hará como una «alternativa frente al sindicalismo que vive de las subvenciones, para mantener su independencia y defender los intereses de los trabajadores».

—¿Qué cambia tras el congreso?

—En el congreso valoramos la situación de Asturias y nos autocriticamos, hicimos un balance de cómo el sindicato, al igual que la clase política y el resto de los sindicatos no estamos haciendo nada frente al desmantelamiento industrial de Asturias. Esperamos que en estos cuatro años la CSI vuelva a ser lo que fue, el sindicato de movilización, de lucha y de pelea. En la época de Cándido González Carnero no había esta situación que se está dando ahora, en la que están amenazadas muchas empresas y los pequeños talleres están vacíos de obra.

—¿Qué empresas?

—Arcelor, porque quieren reducir 1.700 empleos; los dos astilleros, que tienen una incidencia muy importante en los pequeños talleres de Gijón y de Asturias, Du Pont, Obrerol, Porcelanas Gijón, que está rescindiendo contratos; Suzuki, Teletech, Hunosa y la minería privada; ya vemos cómo está La Camocha y las minas de Cangas del Narcea y Tineo. Además de multitud de pequeñas empresas, como subcontratas de la construcción que por impagos están cerrando.

—La solución que se da en muchas ocasiones son las prejubilaciones.

—En Asturias hay muchísimos trabajadores que si prevén que el método para conseguir su jubilación es el cierre de su empresa, pues incluso aplauden. Eso es una insolidaridad total con la juventud y con quienes no tienen trabajo. No piensan que si los anteriores que hubieran estado en la empresa se hubieran prejubilado y hubiese cerrado ellos mismos ahora no tendrían esa posibilidad.

—¿Qué medidas va a tomar su sindicato?

—La clase política asturiana no nos la merecemos. La situación que tenemos demuestra una incapacidad de los políticos para llevar las riendas de Asturias. También de los sindicatos. Esto no puede quedar así, porque si no Asturias va a quedar reducida a una autonomía y paraíso natural de prejubilados y osos. Tendríamos que hacer como los de la «marcha verde», que salen a la calle a manifestarse. Igualmente en el conjunto de Asturias habría que empezar a manifestarse para exigir a los Gobiernos autonómico y central que en vez de hablar de planes de reindustrialización se haga un plan de emergencia para conservar la industria que tenemos. Y a partir de ahí hablar de reindustrialización. Cómo pueden hablar del Pacto Institucional por el Empleo y no sé qué, y resulta que Arcelor anuncia 1.700 jubilaciones. Andar engañando a la gente con la reindustrialización cuando lo que se está haciendo son reducciones de plantilla y cerrando empresas no es el camino. Tiene que haber una reacción colectiva que frene esta situación, porque lo único que quieren es que Asturias se jubile; cerrarla por jubilación.

M.C.


Publicado en: La Nueva España, 26 de mayo de 2004.
Digitalización: El cielu por asaltu.

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