Sí, hubo otra Felguera
Tengo en mis manos el álbum del presente año de las fiestas de San Pedro de La Felguera, donde está insertado el pregón del pasado año 2007 que lleva por título «¿Es que hubo otra Felguera?», pueblo donde nací y realicé mi larga vida. Pregón efectuado por don Carlos Fernández Espina, a quien le expreso mi más sincera felicitación por tan grata y amena disertación.
En cuanto al título y refiriéndose al aspecto visual urbanístico, así como al cambio de los valores humanos con el paso del tiempo, podemos ratificar que, efectivamente, sí hubo otra Felguera.
Ciertamente se puede decir que ganamos en algo fruto del progreso, así como perdimos ricos valores, apreciación que tuvimos durante generaciones por su trabajo y cultura, siendo un referente no sólo para Asturias, sino para España y fuera de ella. Esta apreciación la valoramos personas descendientes de distintas generaciones a quienes por nuestra avanzada edad (87 años) se nos considera viejos o ancianos.
En cuanto al pregón, resaltar los aspectos y nombres reseñados, y sin inmiscuirme en ello y sin objeción alguna, sino que movido por sentimientos propios y apreciación personal –lo que no sé si procedería–, creo que aunque de pasada nombrar a Higinio Carrocera Mortera, «pozarico» de Barros, del que habría mucho que contar y agradecer, y de quien escribo esta breve reseña.
Si hay algo que dignifique a los seres humanos es reconocer lo que les hace ser especial por una u otra causa, como fue este humano y ejemplar hombre, quien mientras vivió y su cerebro empezó a germinar por lo que luchó y murió, por la paz, la libertad y la emancipación del proletariado, asumiendo desafíos y adversidades hasta su último momento en su corta edad y entregando su vida con los demás compañeros de lucha.
Fue un luchador incansable en la contienda nacional, respetado y siempre en primera línea de fuego, herido y hospitalizado dos veces, aunque no revestía gravedad. Con sus ideas anarcosindicalistas, pero al margen de cualquier filiación política ortodoxa, tenía como emblema único el símbolo de la bandera roja y negra y las siglas de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo).
La dictadura del general Primo de Rivera, con sus persecuciones e injusticias, acabó de convertirlo en uno de los elementos más efectivos del anarcosindicalismo asturiano.
Higinio apoyó la militarización de las milicias durante la guerra como gran estratega asumiendo el grado de comandante del Batallón 210 del Ejército Popular Republicano y, más tarde, comandante de una brigada móvil de choque formada por milicianos voluntarios, al frente del cual en la famosa y dura batalla de El Mazuco alcanzó la Medalla de La Libertad quien por su esfuerzo y moral fue considerado por sus compañeros «Héroe del Mazuco», siendo nombrado con frecuencia en los partes de guerra, de prensa y radio, por el general franquista Queipo del Llano, dando por finalizada la guerra en Asturias, con esta epopéyica resistencia a pesar de la diferencia de fuerzas y los escasos medios de defensa de que disponían.
En los frentes de batalla se hallaba aún Carrocera cuando muchos barcos estaban repletos de combatientes y elementos responsables de retaguardia. Se habían hecho a la mar en El Musel en busca de la salvación, siendo de los últimos en hacerlo en el barco de carga «El Llodio». Capturado el 21 de octubre de 1937 y conducido a Ferrol y de allí a La Coruña, desembarcando en Muros de Noya el 4 de noviembre de 1937, e internado en el campo de concentración de Romani, donde descubren su verdadera identidad, encerrándole en la celda de castigo durante 12 a 15 días llamada «La Leona» por el terror y trato que infundía, siendo fusilado el 8 de mayo de 1938.
Posteriormente, fue trasladado a Oviedo y procesado en un «llamado consejo de guerra» y ejecutado con 30 años de edad junto con otros catorce compañeros de lucha. Había en Asturias en el año 1924 más de 3.000 afiliados a la CNT, de los que 59 eran del poblado de Barros («pozaricos») cotizando el sello confederal.
Higinio Carrocera Mortera, que en paz estés por tu extraordinaria valentía, nobleza y humanidad; un gran hombre para no olvidar y tenerlo en nuestra memoria histórica.
Baldomero Montejo Martín
Publicado en: La Nueva España, 11 de enero de 2009.
Fuente: La Nueva España.
En cuanto al título y refiriéndose al aspecto visual urbanístico, así como al cambio de los valores humanos con el paso del tiempo, podemos ratificar que, efectivamente, sí hubo otra Felguera.
Ciertamente se puede decir que ganamos en algo fruto del progreso, así como perdimos ricos valores, apreciación que tuvimos durante generaciones por su trabajo y cultura, siendo un referente no sólo para Asturias, sino para España y fuera de ella. Esta apreciación la valoramos personas descendientes de distintas generaciones a quienes por nuestra avanzada edad (87 años) se nos considera viejos o ancianos.
En cuanto al pregón, resaltar los aspectos y nombres reseñados, y sin inmiscuirme en ello y sin objeción alguna, sino que movido por sentimientos propios y apreciación personal –lo que no sé si procedería–, creo que aunque de pasada nombrar a Higinio Carrocera Mortera, «pozarico» de Barros, del que habría mucho que contar y agradecer, y de quien escribo esta breve reseña.
Si hay algo que dignifique a los seres humanos es reconocer lo que les hace ser especial por una u otra causa, como fue este humano y ejemplar hombre, quien mientras vivió y su cerebro empezó a germinar por lo que luchó y murió, por la paz, la libertad y la emancipación del proletariado, asumiendo desafíos y adversidades hasta su último momento en su corta edad y entregando su vida con los demás compañeros de lucha.
Fue un luchador incansable en la contienda nacional, respetado y siempre en primera línea de fuego, herido y hospitalizado dos veces, aunque no revestía gravedad. Con sus ideas anarcosindicalistas, pero al margen de cualquier filiación política ortodoxa, tenía como emblema único el símbolo de la bandera roja y negra y las siglas de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo).
La dictadura del general Primo de Rivera, con sus persecuciones e injusticias, acabó de convertirlo en uno de los elementos más efectivos del anarcosindicalismo asturiano.
Higinio apoyó la militarización de las milicias durante la guerra como gran estratega asumiendo el grado de comandante del Batallón 210 del Ejército Popular Republicano y, más tarde, comandante de una brigada móvil de choque formada por milicianos voluntarios, al frente del cual en la famosa y dura batalla de El Mazuco alcanzó la Medalla de La Libertad quien por su esfuerzo y moral fue considerado por sus compañeros «Héroe del Mazuco», siendo nombrado con frecuencia en los partes de guerra, de prensa y radio, por el general franquista Queipo del Llano, dando por finalizada la guerra en Asturias, con esta epopéyica resistencia a pesar de la diferencia de fuerzas y los escasos medios de defensa de que disponían.
En los frentes de batalla se hallaba aún Carrocera cuando muchos barcos estaban repletos de combatientes y elementos responsables de retaguardia. Se habían hecho a la mar en El Musel en busca de la salvación, siendo de los últimos en hacerlo en el barco de carga «El Llodio». Capturado el 21 de octubre de 1937 y conducido a Ferrol y de allí a La Coruña, desembarcando en Muros de Noya el 4 de noviembre de 1937, e internado en el campo de concentración de Romani, donde descubren su verdadera identidad, encerrándole en la celda de castigo durante 12 a 15 días llamada «La Leona» por el terror y trato que infundía, siendo fusilado el 8 de mayo de 1938.
Posteriormente, fue trasladado a Oviedo y procesado en un «llamado consejo de guerra» y ejecutado con 30 años de edad junto con otros catorce compañeros de lucha. Había en Asturias en el año 1924 más de 3.000 afiliados a la CNT, de los que 59 eran del poblado de Barros («pozaricos») cotizando el sello confederal.
Higinio Carrocera Mortera, que en paz estés por tu extraordinaria valentía, nobleza y humanidad; un gran hombre para no olvidar y tenerlo en nuestra memoria histórica.
Baldomero Montejo Martín
Publicado en: La Nueva España, 11 de enero de 2009.
Fuente: La Nueva España.
Etiquetas: En recuerdo de...
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home