El cielu por asaltu

Recuperar la dignidá, recuperar la llucha. Documentos pa la hestoria del movimientu obreru y la clase obrera n'Asturies.

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lunes, agosto 17, 2009

¿Más procesiones? No, gracias. El 1 de Mayo apesta

Un año más la farsa del 1º de Mayo se nos presenta en todo su crudo patetismo. Perdido todo el carácter revolucionario de esta fecha el sistema la recupera para su propio beneficio, recordando tan sólo hechos presentados como muertos y sepultados por el maremagnum del tiempo. De la experiencia viva de la significación revolucionaria de este día ya no queda nada.

Otros dirán que es un día de lucha, exigencia y reivindicación como respuesta a la crisis, etc, etc; palabras huecas que esconden la hipócrita actitud de quienes conocen la situación real y siguen insistiendo en esquemas y posiciones que ya no llevan más que a una boca de alcantarilla.

Ni siquiera se apunta en este día a desarrollar una crítica radical al sistema capitalista, a reconocer que la principal agresión que recibe la clase obrera, el proletariado, es precisamente la organización impuesta del trabajo asalariado y la organización impuesta del ocio en la sociedad de consumo. Porque básicamente el Capital a través del trabajo y del consumo ejerce su control sobre todos los aspectos de la vida.

Desde luego nosotros no estamos dispuestos a ser unos objetos de despilfarro, a aceptar la dictadura de una existencia alienada, a trabajar para que esta sociedad se mantenga, para que la economía supere su crisis. Y no lo haremos por más que los policías con sus porras, los sindicatos con su doble personalidad y los gobernantes con su delirio se empeñen en frenarnos.

Como buenos obreros salvajes odiamos nuestro trabajo cuando lo tenemos, intentamos esforzarnos lo menos posible, no deseamos engordar las barrigas de los gestores del Capital y procuramos vender cara nuestra fuerza de trabajo.

Una vez más los sacerdotes de la clase obrera, los sindicalistas profesionales, dirán que somos “infiltrados ajenos al movimiento obrero”, “incontrolados”; ellos ya han olvidado lo que es sentirse explotado, que su protesta se ha convertido en un testimonio vacío, no comprenderán jamás nada.

Gracias a los “incontrolados” de la Duro, del Naval, de la periferia de París, de los territorios ocupados de Palestina, de cualquier rincón de Latinoamérica, de donde quiera que sea, se mantiene aún viva la llama revolucionaria del rechazo radical.

Hoy 1º de Mayo no participaremos en ninguna manifestación que en realidad nada manifiesta, en ninguna procesión de las que tanto gustan a los organizadores sindicales, con sus banderitas, sus pancartas con miles de siglas y con su hipocresía enfermiza. Pasaremos del 1º de Mayo, de sus “fiestas” y farturas; eso sí, no nos pensamos quedar de brazos cruzados ante la pasividad general, seguiremos resistiendo en la supervivencia diaria para, cuando el momento sea propicio, hacer realidad nuestros deseos. No queremos un mundo donde las garantías de no morir de hambre se cambien por el riesgo de morir de aburrimiento.

Lo queremos todo y pronto.

Abolición del trabajo asalariado y la mercancía.

Destrucción del Estado y de toda forma de Poder.

Destrucción de las cárceles y de todo el aparato represivo del Capital.

¡Por una sociedad sin clases!

Grupo Autónomo 2 M.I.L.


[Editado como panfleto, 1996]
Recopilado en: Del tiempo en que los violentos tenían razón. Asturias (1990-2005). Llar Editorial / Klinamen, 2006.
Fuente: Editorial Klinamen.